Por fin llegamos a la meta, tanto tiempo esperando, tanto esfuerzo, emociones en la distancia y por fin tenemos a nuestra pequeña en brazos. Con mucho sueño pero muy felices.
Finalmente el parto fue inducido por decisión de J, y por su decisión estuvimos presentes acompañándola todo el tiempo. Verdaderamente es una wonderwoman, decidió no tomar ningún tipo de analgésico durante el parto así que ni epidural ni nada parecido...El parto en sí duro poco, al menos para nosotros y J aunque tuvo un problemilla después del parto se marchó a casa al día siguiente.
Los días en USA con nuestra niña pasan rápido, nos vamos adaptando ella a nosotros y nosotros a ella, seguimos una rutina de biberones, arruyos, baño, pañales y visitas al Walmart pero creo que tendremos un recuerdo precioso de nuestra estancia aquí. Mientras hemos quedado con J, con su hermana, amigos e hijos que nos tratan como si formásemos parte de su familia.
Por lo demás el papeleo para llevar a nuestra hija a casa sigue en marcha, ya tenemos su partida de nacimiento en la que aparecemos los dos como padres y estamos esperando recibir en unos días el pasaporte.
Algún día podremos contarle la historia de su nacimiento a nuestra pequeña, toda la tensión, el esfuerzo, los líos en otro idioma, las noches sin dormir pero aprenderá la moraleja que algunos sueños aunque parezcan imposibles pueden conseguirse con constancia, esfuerzo y encontrando a las personas adecuadas como Surrobaby que están con nosotros en cada momento, Nicole y A Host of Possiblities y la clínica ICRM de Idaho...Y por supuesto nuestra encantadora J, sin la que nada de esto hubiera sido posible, a la que tenemos que agradecer el regalo más grande que nos ha dado la vida y también a su familia que nos está tratando como un americano más.
